Juan siempre ha sido un cuestionador del Statu Quo y de los paradigmas establecidos que la sociedad por años nos ha vendido como verdades absolutas e inamovibles.
Es un “hambriento” de conocimiento como pocos, un apasionado y obsesivo del ser humano en sus múltiples universos que laten bajo la piel.
Ha dedicado más de una década a su análisis, estudio y experimentanción, iluminando lugares de la consciencia humana, “hackeando” sus componentes, con el fín de lograr su mejor versión y enseñar a otros a lograrlo de igual forma.
Juan considera que poner etiquetas a las personas,
para poder definirles según su profesión o labor, no tiene mucho sentido,
ya que no expone lo más importante: el ser y la esencia del mismo.
Por lo cual, solo se podría decír que dentro de él converge,
el análisis profundo de un psicólogo al descifrar seres
y saber leerles como si de uno de sus libros preferidos se tratase;
además de la sensibilidad de un músico, un fotógrafo y un poeta
que retrata realidades a través de un lápiz que ha adoptado como arma,
sumado al don de transmitir a través de la palabra como un escritor voraz
y un comunicador que no traiciona la verdad.
Nacido y criado al sur de la ciudad de Medellín, Colombia,
por muchos años estuvo buscando su camino sin pausa;
a base de prueba y error estudió
Entrenamiento Deportivo, Psicología y Comunicación.
Estuvo haciendo música por casi 10 años
con grandes ambiciones de respeto y reconocimiento,
pero esa búsqueda le causó más sufrimiento que bienestar,
ya que se vió envuelto en una industria vacía
y en una cultura movida por el egocentrismo,
a lo cual no quería asemejarse.
Tanto así que un día paró de hacer música,
llegó a lo que él mismo llama: un “punto de quiebre”
en el que debió enfrentarme a sus “demonios internos”
y reinventarse por completo. Decidió que solo quería ser felíz
y totalmente libre.
Tuvo que recurrir al desapego y a sus dos grandes maestros:
La literatura y la introspección.
En esa búsqueda de cambio pasó de leer textos enmarcados
en una filosofía occidental a referencias orientales encaminadas
a lo esencial del ser humano.
Comprendió que en el “hacer” y en el “saber” No estaba la felicidad,
es solo en el “Ser” donde se logra experimentar la consciencia plena
y lo que somos en realidad.
Tenemos un número limitado de respiraciones en este planeta
y comprender esto le llevó a crear el contenido que hace ahora.
Este entendimiento de la vida y su levedad,
le ha dado la convicción de llegar al alma de la mayor cantidad
de personas en este mundo y ayudarles a “despertar”
para que logren vivír de acuerdo al don que les fue dado.
Solo tras el auto conocimiento pleno, encontrarás el amor propio y tras él, el amor y servicio a los demás.
…Y Solo tras esto podrás cosechar éxito interno y externo.
NO sabemos si mañana vamos a despertar, Estamos vivo ahora,
¡Vamos a demostrarlo!